
Cuando hablamos de cirugía de restauración capilar, tanto trasplante capilar como microinjerto capilar se refieren a la misma técnica, exactamente a la misma. Por tanto, sería correcta cualquiera de los dos nombres. Ambos se usan para llamar la técnica quirúrgica específica usada para “poner pelo” donde este ya no crece de forma natural. Como vais a ver, ambos nombres se tomaron pues describen las técnicas quirúrgicas y también los avances que se han experimentado.
¿Por qué trasplante capilar?
Muchas personas se preguntan por qué se puede mover el pelo de sitio, y es justamente esta acción la que ha llevado a que se denomine trasplante. El pelo es una estructura dinámica creada por el folículo piloso, una estructura compacta donde se encuentran todas las células madre, pero de forma independiente para cada pelo. A lo largo de la vida estas células madre actúan como un reservorio que va a ir creando pelo y haciéndolo crecer. Estas células pueden ser transportadas a una nueva ubicación, donde tras un tiempo de recuperación, comenzarán a crear nuevos pelos. Por eso es importante entender que no estamos extrayendo el pelo asilado, como pasaría por ejemplo con una pinza, sino extrayendo todo el “órgano” encargado de generar el pelo. Yo creo que con un ejemplo se comprende mejor, es como si trasplantáramos un riñón, pero en lugar de una persona a otra, de una parte del cuerpo a otra donde hace falta. Ahí se comprende muy bien por que se llama “trasplante capilar”.
¿Y por qué microinjerto capilar como sinónimo?
El uso de esta nomenclatura de microinjerto capilar se debe a la combinación de dos conceptos, uno es la técnica quirúrgica que se usa y el otro la historia de la técnica. En cirugía, cualquier cirugía, un injerto es un tejido corporal que se extrae por completo separándolo del cuerpo para luego usarlo en otra zona. Se usan injertos de piel para tapar heridas demasiado grandes, o de hueso cuando se quieren reconstruir fracturas óseas, por ejemplo. Los injertos son muy útiles, pero también requieren una técnica quirúrgica minuciosa, pues son frágiles. Al separarlo de la zona original o donante, no tiene nutrición por parte de los vasos sanguíneos a los que estaba unido. Por eso requiere extrema cautela para mantenerlos en condiciones idóneas hasta que los recolocamos en su “destino final” donde poco a poco se irán “reconectando” con los nuevos vasos sanguíneos. Cuando esto pasa se dice que el injerto ha prendido, entendiéndose que se ha unido a las conexiones nuevas adaptándose a la vida en la nueva ubicación y sus células comenzarán de nuevo a crecer. En el caso del microinjerto capilar, sus células volverán a generar pelo.
El segundo concepto es el que explica por qué hablamos de microinjerto y no simplemente de injerto, y esto se entiende cuando repasamos la historia del trasplante capilar (brevemente, ¡no os asustéis!)
En sus inicios, y por lo que os he contado de que los injertos son estructuras frágiles, se tomaban grandes “trozos” de piel con pelo de una zona del cuero cabelludo para poner en otra, que suele ser la zona delantera, que es la que más se pierde y la más importante desde el punto de vista estético. Estos grandes injertos (o macro injertos por su tamaño) debían ponerse separados entre sí para que los nuevos vasos sanguíneos se pudieran unir a ellos y comenzaran a crecer. Esto hacía que el resultado de estos trasplantes fuera escasamente natural, y es el que se conoce como “trasplante en pelo de muñeca”. Con la evolución del trasplante y su mejoría técnica, estos macroinjertos se fueron disminuyendo de tamaño cada vez más hasta hacerlos microscópicos. Los injertos actuales son visibles a simple vista pero para poder trabajar con ellos (y no quedarse ciego en el intento) es necesario el uso de unas gafas especiales de aumento microscópico. El gran beneficio de usar microinjertos es que el resultado puede ser 100% natural, ya que es el equivalente a estar trasplantando pelo a pelo.
Como habeís visto en la restauración capilar lo que se buscan son unos resultados lo más natural posibles que hagan que la persona recupere ese aspecto que perdió con la alopecia. La técnica usada se puede llamar trasplante capilar (pues estamos moviendo pelo de una localización a otra) o microinjerto capilar (al usar injertos de piel con pelo de tamaño microscópico). Se le llame como se le llame, al ser una cirugía minuciosa, siempre debe ser realizada por manos expertas para conseguir resultados óptimos.
Referencias:
Rose PT. Advances in Hair Restoration. Dermatol Clin. 2018;36(1):57–62. doi:10.1016/j.det.2017.09.008
Rogers NE. Hair transplantation update. Semin Cutan Med Surg. 2015;34(2):89–94. doi:10.12788/j.sder.2015.0131
Bicknell LM, Kash N, Kavouspour C, Rashid RM. Follicular unit extraction hair transplant harvest: a review of current recommendations and future considerations. Dermatol Online J. 2014;20(3):doj_21754. Published 2014 Mar 17.