La cosmética capilar es aquella que se encarga de mejorar el aspecto de la porción del pelo que se encuentra por fuera del cuero cabelludo.
El pelo es una estructura muy activa pero una vez sale del cuero cabelludo ya es una estructura compuesta por células muertas. Esta fibra capilar está compuesta principalmente por queratina, azufre, lípidos, agua, melanina y oligoelementos. El pelo en cuero cabelludo está compuesto por 3 capas, que de fuera hacia adentro son la cutícula, corteza y médula. La cutícula debe estar en buenas condiciones para que el pelo tenga un aspecto brillante y saludable.
La intención de tener un pelo de aspecto fuerte y sano existe desde la antigüedad. Actualmente vivimos en una sociedad que da mucha importancia a un aspecto bello y saludable. En el pelo se busca un aspecto cuidados y fuerte, sin uso de peinados irreales. Para mejorar el pelo no solo debemos estimular su crecimiento desde dentro sino cuidarlo por fuera. Al igual que nos cuidamos la piel si la queremos tener bonita, debemos cuidar el pelo para que este luzca bonito y no se estropee.
Con esta finalidad existen multitud de productos desde champú, acondicionadores, mascarillas, serums etc, así como tratamientos específicos con diferentes funciones que se deben conocer para sacarles el máximo partido.
Los productos para la higiene capilar fueron los primeros creados, compuestos por extractos botánicos de algunas especies como el palo de jabón, la hierba jabonera, la hiedra o la pita que compartían propiedades detergentes, emulsificantes y solubilizantes. La principal característica de los jabones y champús es que se componen de una parte hidrofílica ( que se une al agua) y otra hidrofóbica ( que repele el agua), con lo que se hacen tensiactivos que les permite solubilizar las sustancias grasas en el agua ( pensar en jabón de fregar). Como iremos viendo existen varios tipos de tensioactivos, pudiendo modificar la agresividad y las características del champú.
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